30 octubre 2008

Historia de las Indias: Prólogo

En esta primera sección de la obra Las Casas establece las premisas y los motivos por escribir su historia a través de las historias anteriores de los autores clásicos, señalando no solamente lo valioso y lo erróneo, sino también la importancia de la veracidad histórica.

Al inicio, el fraile se refiere a las Hebraicas Antigüedades de Josepho para establecer las razones por las que se escriben las historias:
1. Para ganar fama y gloria a través de la buena elocuencia
2. Para servir y agradar a los Príncipes, a veces «excediendo los límites de la virtud, su tiempo y vigilias»
3. Para comunicar por necesidad del historiador «las cosas que por sus propios ojos vieron y en se hallaron presentes» para defender la verdad, que «por dictámen de la ley natural todos los hombres deben ser defensores»
4. Para ser útiles como obras didácticas


Las Casas ejemplifica los primeros dos de estos motivos al referirse a los coronistas griegos, cuyos defectos eran ser «verbosos, eleocuentes, abundantes de palabras, amicísimos de su propia estima y particular honor» y mezclar «fábulas y erróneas ficciones».

En varios momentos del prólogo, el fraile señala los peligros de las historias engañosas para los reinos cuando menciona Isócrates: «Ninguna pestilencia más perniciosa puede ofrecerse a los príncipes, según sentencia de Isócrates, que los aduladores o lisonjeros; porque quien al rey engaña con palabras blandas y suaves y a la sensualidad sabrosas, loándole lo que no debe, o induciéndolo por ellas a lo que desviarlo debría, todo el estado del rey lo destruye y, en cuanto en sí es, lo aniquila […]»

Se enfatiza la importancia de la veracidad histórica, algo que parece ser una de las grandes obsesiones de Las Casas en este texto y en la Brevísima relación. «Ejemplo de esto ya en el mundo sabemos haber acaecido, y porque las historias, así como son utilísimas al linaje de los hombres (según más parecerá) también, no siendo con verdad escritas, podrán ser causa como los otros defectuosos y nocivos libros, pública y privadamente, de hartos males, por ende no con menor solicitud deben ser vistas, escudriñadas y limadas, antes que consentidas salirse a publicar»

«Con justa razón deben los hombres grandes gracias a los que se ocupan en escribir las cosas pasadas, porque aprovecharon siempre mucho con sus trabajos a la vida de los mortales, enseñan a los leyentes con ejemplos de las cosas pasadas lo que los hombres han de desear y lo que deben de huir; porque leyendo las cosas que con varios trabajos y peligros los pasados, lejos de nosotros experimentaron, nosotros, sin trabajo y sin peligro, para utilidad y amonestación de nuestras vidas, leemos»

Relacionado con esta idea de la veracidad histórica, Las Casas menciona e incluso cita una lista de autores clásicos y cristianos para ejemplificar los buenos y los malos modelos de obras históricas cuyos motivos vemos aquí. «Marco Catón fué persuadido a escribir del origen de las naciones por defensión de la antigüedad de su Italia, para confundir la jactancia de los griegos, que descender de ellos los latinos afirmaban […]»

«[citando a Tulio en De oratoria] Sola la historia, representando las cosas acaecidas, abraza y contiene dentro de sí toda utilidad, porque a seguir lo honesto pone espuelas, abomina los vicios, los buenos ensalza, abate los malos, y finalmente, con la experiencia de las cosas que relata, muy mucho provecho trae para la vida virtuosa y recta»

«[citando a Fray Guillermo en Antigua Historia] «que ninguna cosa después de la gracia y de la ley de Dios viviente, más recta y válidamente instruye los hombres, que si sepan y tengan noticia de los hechos de los pasados»

«Dionisio Halicarnaseo púsose a escribir sus comentarios e historia de los romanos, aunque hombre griego, por causa de librar su griega nación del error en que estaban, estimando a los romanos por bárbaros, y el origen de los primeros pobladores de Roma haber sido gente vil y no libre, y porque no se despreciasen ser súbditos suyos, como lo eran, juntamente comunicando a sus griegos la noticia de las virtudes y hazañas romanas, los cuales defectos e ignorancia o errores por falta de fiel y copioso historiador, los griegos padecían»

«Por estas lo mismo Paulo Orosio, siete libros de historia compuso por exhortación de Sant Augustín, para tapar las bocas blasfemas de los gentiles romanos, que se quejaban diciendo que después que el imperio había la fe cristiana recibido y desechado los ídolos, había el imperio grandes infortunios padecido; en la cual historia, explicando casi todas las miserias y calamidades en el mundo acaecidas, muestra evidentemente haber sido en los tiempos de su idolatría todos más infelices, y haber gozado de más paz y menos angustias sostenido después de haber recibido y adorado a Cristo»

Hacia el final del prólogo Las Casas, considerando los defectos y errores de las historias de las Indias escritas por sus contemporáneos como Oviedo, destaca ocho justificaciones por escribir la verdad en su historia:
1. Para honor y gloria de Dios y manifestación de su justicia
2. Para la felicidad de todos los pueblos del Nuevo Mundo
3. Para defender el honor y la fama de los monarcas de Castilla
4. Para el bienestar de España a través de entender lo bueno y lo malo de las Indias
5. Para dar un relato de «muchas cosas antiguas de los principios que esta machina mundial fue descubierta»
6. Para librar su nación del gravísimo error de creer que los indígenas del Nuevo Mundo no son Hombres
7. Para dar una descripción verdadera de las virtudes y los pecados de los españoles en las Indias
8. Para señalar la multitud y grandeza de las buenas obras en las Indias para servir como modelo para las generaciones siguientes que vienen al Nuevo Mundo

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