30 octubre 2008

Las Casas contra Oviedo: Parte II

En las secciones de su Historia de las Indias que critican el argumento de Oviedo, el tono de Las Casas se basa mucho en el estilo de ese cronista. Aquí veremos que imita a Oviedo en su proemio y lo hace irónico: Oviedo describe el Nuevo Mundo como un lugar maravilloso con muchas posibilidades y riquezas para los españoles; Las Casas lo describe como un mundo de pecado y catástrofe causado por los españoles y su abuso de los indios.

Oviedo: Proemio a la Historia general y natural de las indias
«¡Cuántos valles, e flores, llanos y deleitosos! ¡Cuántas costas de mar con muy extendidas playas e de muy excelentes puertos! ¡Cuántos y cuán poderosos ríos navegables! ¡Cuántos y cuán grandes lagos! ¿Cuántas fuentes frías e calientes, muy cercanas unas de otras! ¡E cuántas de betum e de otras materias o licores! ¿Cuántos pescados de los que en España conoscemos, sin otros muchos que en ella no se saben ni los vieron! ¿Cuántos mineros de oro e plata e cobre! ¡Cuánta suma preciosa de marcos de perlas e uniones que cada día se hallan! ¿En cuál tierra se oyó ni se sabe que en tan breve tiempo, y en tierras tan apartadas de nuestra Europa, se produciesen tantos ganados e granjerías, y en tanta abundancia como en estas Indias ven nuestros ojos, traídas acá por tan amplísimos mares? Las cuales ha rescebido esta tierra no como madrastra, sino como más verdadera madre que la que se las envió: pues en más cantidad e mejor que en España se hacen algunas dellas, así de los ganados útiles al servicio de los hombres como de pan, y legumbres, e frutas, y azúcar, y cañafistola; cuyo principio destas cosas, en mis días salió de España, y en poco tiempo se han multiplicado en tanta cantidad, que las naos vuelven a Europa a la proveer cargadas de azúcar, e cañafistola y cueros de vacas: E así lo podrían hacer de otras cosas que acá están olvidadas e aquestas Indias, antes que los españoles las hallasen, producían e agora producen, así como algodón, orchilla, brasil, e alumbre, e otras mercadurías que en muchos reinos del mundo las desean y serían grande utilidad para ellos. Lo cual nuestros mercaderes no quieren, por no ocupar sus navíos sino con oro, e plata, e perlas, e las otras cosas que dije primero.»

Las Casas: Prólogo de la Historia de las Indias
«Resta, pues, afirmar con verdad, solamente moverme a dictar este libro la grandísima y última necesidad que por muchos años a toda España, de verdadera noticia y de lumbre de verdad en todos los estados della cerca deste Indiano Orbe, padecer he visto; por cuya falta o penuria ¡cuántos daños, cuántas calamidades, cuántas iacturas, cuántas despoblaciones de reinos, cuántos cuentos de ánima, cuántos a esta vida y a la otra hayan perecido y con cuánta injusticia en aquestas Indias; cuántos y cuán inexpiables pecados se han cometido, cuánta ceguedad y tupimiento en las conciencias, y cuánto y cuán lamentable perjuicio haya resultado y cada día resulte, de todo lo que ahora he dicho, a los Reinos de Castilla! Soy certísimo que nunca se podrán numerar, nunca ponderar ni estimar, nunca lamentar, según se debría, hasta en el final y tremebundo día del justísimo y riguroso y divino juicio.»

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